domingo, 24 de noviembre de 2019

MÉTODO PARA ESCRIBIR UN CUENTO

Cada escritor tiene su método para escribir un cuento. El vasco Bernardo Atxaga tiene múltiples ideas y métodos como el que transcribimos a continuación, y que él ha llamado "Método para escribir un cuento a vuelapluma".
Va dirigido humorísticamente a los escritores que buscan la velocidad y son poco amigos de tachaduras y notas al margen.
"Una vez relajados, con los folios numerados y la pluma estolográfica en la mano, observamos con atención. ¿Qué se ve desde la ventana? ¿Algún parque? ¿Se ve algún parque? ¿Se ve quizá una ría que, viniendo del mar, acaba adentrándose en la parte baja de una ciudad? Imaginemos que eso es lo que vemos. De todas formas vamos a mantenernos en posición contemplativa durante un buen rato. En ese momento hay que aprovechar la concentración, identificarse con la pluma y ponerse a volar con ella.
Hay cosas que se mueven o parecen moverse. Y el que más se mueve de todos es un anciano que brinca una y otra vez y parece bailar una jota. Reflexionemos un poco, concentrémonos un poco más: ¿qué hace en realidad ese anciano? ¿Intenta entretener al nieto, que posiblemente se ha puesto a llorar en su cochecito?
De acuerdo. No es fácil. Dos o tres fracasos no nos deben preocupar, la gloria de la literatura a vuelapluma corresponde a los fuertes, a los incansables, a los voluntariosos. Hay gente que lo ha conseguido en el decimoséptimo intento".


sábado, 2 de noviembre de 2019

ATRAVESAR LO REAL

Valorar una novela o una película porque "refleja la realidad" es una equivocación. La realidad no está organizada con un sentido estético, la novela  o la película sí. Y en este sentido hace que se trate de dos materias no opuestas, pero sí muy diversas.
Teniendo en cuenta esta aclaración, hablamos de atravesar lo real en lugar de imitarlo. Así lo hizo Picasso, cuyo Guernika es más real que cualquier fotografía porque destaca a través de la fragmentación del estilo cubista el horror mediante la composición de los detalles.


Debido a que el hecho estético crea una nueva realidad, cada elemento del cuadro está relacionado con la totalidad y nos dice más que lo que muestra.

Así lo explica Octavio Paz:


"Le debo a la fotografía una de mis primeras experiencias artísticas. Fue en mi adolescencia y la experiencia está asociada a mi descubrimiento de la poesía moderna. No era difícil reconocer en una de aquellas imágenes (se refiere a tres fotos de Álvarez Bravo) a las hojas  de una planta del patio de mi casa, ni en las otras dos al tronco del fresno de nuestro jardín y a la cortina del estudio de uno de mis profesores. Al mismo tiempo, aquellas fotos eran enigmas en blanco y negro, callados pero elocuentes: sin decirlo aludían a otras realidades, y sin mostrarlas evocaban a otras imágenes. Cada imagen convocaba, e incluso producía, otra imagen. Así las fotos de Álvarez Bravo fueron una suerte de ilustración o confirmación visual de la experiencia verbal a la que me enfrentaban diariamente mis lecturas de los poetas modernos: la imagen poética es siempre doble o triple. Cada frase al decir lo que dice, dice otra cosa. La fotografía es un arte poético porque, al mostrarnos esto, alude o presenta aquello."