Experimentar con ejercicios que apelen a nuestro mundo interno, como los siguientes, es un entrenamiento de la creatividad.
PROPUESTA 1: ASOCIACIONES.
Establecer asociaciones entre un paraguas y una escopeta. Explicar la relación paso a paso hasta fundir ambos objetos en el texto.
PROPUESTA 2: VISIÓN INTERIOR.
Cerrar los ojos y concentrarse durante unos minutos en la visión de una página. Abrir los ojos y ponerse a escribir inmediatamente acerca de dicha página: sus características y qué veíamos o no veíamos en ella mientras estábamos con los ojos cerrados.
PROPUESTA 3: RELLENAR UN TEXTO.
Escribir uniendo entre sí las siguientes palabras. Es decir, rellenar los espacios en blanco de cada renglón y conseguir un texto.
PROPUESTA 4: EL MOTOR DE UN TEXTO.
El motor de un texto puede ser un sentimiento concentrado en una palabra. Entonces, observar la siguiente lista de palabras:
ENTUSIASMO- MIEDO- ESTREMECIMIENTO- ANGUSTIA
ALEGRÍA-PENA-FASCINACIÓN-RABIA
DOLOR-TENTACIÓN-IMPOTENCIA-VERGÜENZA.
Hay sentimientos parecidos en cuanto a su significado en la lista anterior, por ejemplo: Dolor-Angustia-Pena. Sin embargo, cada uno tiene matices que los diferencian; la palabra como tal, con su número de letras, su fonética, etc...ya indica las diferencias. Escribir es también estar atento a los matices.
- Cerrar los ojos durante 30 segundos, controlados por reloj, y pensar en la palabra PENA.
- Escribir lo que has imaginado.
- Repetir el ejercicio con la palabra ANGUSTIA y después con la palabra DOLOR
- Comparar las diferencias entre los tres resultados e incluirlos total o parcialmente en un relato.
PROPUESTA 5: CAPTAR LO COTIDIANO.
Salir temprano, preferentemente un sábado por la mañana en que las ciudades adquieren un movimiento particular. Observar a las pocas personas que se encuentran por la calle. Fantasear acerca de lo que ocurriría tras las puertas cerradas de diferentes sitios. Seleccionar una de las observaciones y profundizar en ella escribiéndola momentos más tarde.
Taller de Escritura
Salvat Editores.