miércoles, 10 de abril de 2019

LA INSPIRACIÓN EN TENNESSEE WILLIAMS


Cada escritor es un compendio de fantasmas. Superar el miedo al papel en blanco es un miedo que periódicamente le surge. Veamos cómo lo dice:

"El proceso por el que se me presenta una idea para una obra ha sido algo que nunca he podido concretar. Una obra parece simplemente materializarse, se va definiendo más y más, como una aparición. Al principio es muy imprecisa, como en el caso de "Un tranvía llamado deseo". Tenía simplemente la idea de una mujer en los últimos años de su juventud. Estaba sentada sola en una silla junto a una ventana con la luz de la luna derramándose en una cara desolada, y el hombre con quien iba a casarse le había dado plantón.

Creo que estaba pensando en mi hermana porque estaba locamente enamorada de un joven en la International Shoe Company que le hacía la corte. Era muy guapo y ella estaba profundamente enamorado de él. Cuando sonaba el teléfono casi se desmayaba. Creía que era él que la llamaba para quedar con ella, ¿sabe?
Se veían casi todas las noches y después simplemente dejó de llamar. Fue entonces cuando Rose empezó a sufrir desequilibrios mentales. De esa visión surgió "Un tranvía llamado deseo". En aquel entonces llamé a la obra "La silla de Blanche a la luz de la luna", que era un mal título. Pero fue a partir de aquella imagen, ¿sabe?, de una mujer sentada junto a una ventana, como surgió "Un tranvía llamado deseo".

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