sábado, 24 de octubre de 2020

II

Hulya Ozdemir

La tierra que habito está llena de secretos, de ruidos rotundos, de aguas tranquilas. Aquí la presencia del viento es un sonido recóndito que mueve recuerdos y evoca palabras que tal vez no le importen a nadie. Solo a mí, que observo detenidamente la distancia que hay entre la hierba y el cielo. Solo a mí, que mido exactamente la cantidad de tristeza que cabe en mi memoria. Solo a mí, que canto repetidamente nostalgias para poder seguir viviendo.



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