Una palabra desencadena otras. Además las palabras se unen, se asocian, se enlazan entre sí dando lugar a la frase. Son piezas de un rompecabezas o fragmentos de un caleidoscopio. Es decir, unas buscan a otras para conformar un puzzle, o al revés, se fragmentan en variadas configuraciones. De la organización de las palabras en la frase y de la relación entre los párrafos depende la eficacia, la potencia y la irradiación que emite una novela o un cuento.
Pero no cualquier frase pone en marcha un texto, y menos aún lo hace avanzar. Para que despierte la imaginación del lector son necesarias una serie de condiciones.
- La construcción de la frase depende del lugar que ocupa en el relato. No es igual la frase inicial que las que hilan el desarrollo del texto.
- Se pueden montar textos recurriendo a otros desmontados previamente.
- Una frase puede ser el motor; incluso, de una novela.
- De una frase se pueden derivar las que se deseen por analogía, por oposición, por aumento, por disminución, o buscando causas y efectos.
- Un método productivo es copiar una frase de una novela o un cuento para lo cual se la descompone en los elementos que la constituyen y se imita uno por uno desde el punto de vista gramatical.
- Otra posibilidad es desintegrar igualmente la frase, pero tomar solo algunos elementos y agregar otros para producir la propia.
Taller de Escritura.
Salvat Editores.
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