3 libros terminados. Leer a Carmen Martín Gaite es como hacer un viaje interior y redescubrir el origen de las que fueron las emociones más fuertes en épocas pasadas. Con su forma de recrear la experiencia vivida es capaz de alentar en el lector la pasión que se desprende del misterio en “El balneario”. El convencionalismo social y el ritmo lento y rutinario de una ciudad de provincias en la España de posguerra cobran todo el protagonismo en “Entre visillos”. Y en “Retahílas” es la infancia y son los recuerdos y es una visión de la mujer mucho más moderna que en “Entre visillos” y es la magia del diálogo entre dos personajes: la tía Eulalia y el sobrino Germán, que se reúnen en Galicia para pasar juntos la última noche de la que fue abuela de Eulalia y bisabuela de Germán. En esta situación límite; a la espera de la muerte, se suceden las reflexiones, las heridas familiares, las auténticas verdades, las derrotas de los personajes pertenecientes a dos generaciones distintas que tiran de un mismo hilo para tratar de encontrar sentido, coherencia y desahogo ante sus propias existencias. El lector participa con ellos en los saltos temporales y a fuerza de sentirse identificado con lo que está leyendo descubre su propio hilo, ese del que podría tirar.
Sin embargo, al acabar la novela he preferido dejarlo estar. No me atrevo. ¿Para qué revivir de nuevo todo el dolor, todas las decepciones y todas la ausencias de las que estoy hecha?
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