Imagen: CATRIN WELZ-STEIN |
A veces las mañanas soportan la lluvia a cobro revertido. Todo se convierte en anecdótico y de mis escritos surgen colores y distancias, recuerdos y direcciones que ya nunca encontrarán silencio. El papel es neutral y yo puedo escribir sobre él un rostro desconocido con palabras intermedias. No quiero descender hasta una noche extraña.
El sol marca un camino y el sur me pregunta a qué distancia queda marzo. Imagino un mar sin indicadores, sin faros que persigan tu ausencia. No hay teléfono que devuelva tu nombre ni escaparate en el que se exponga tu fotografía.
La gente promete bosques de colores y la ciudad se viste de charol. En los periódicos las noticias viajan en coches verdes y amarillos y las emisoras cruzan autopistas donde crece la hierba.
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