lunes, 12 de junio de 2023

28 DE MARZO DE 2020. SÁBADO.

 


PALABRAS PARA EL CONFINAMIENTO

Nos han dejado sin magdalenas. No es el más importante de los problemas, claro está. Da igual dónde vivas. Los pueblos y las ciudades están silenciados, no existe ningún dinamismo, ningún tiempo bien definido; ya no es cuestión de asombro y los mecanismos de defensa se nos están resintiendo. Todos miramos desde los balcones, enfocando la misma visión desoladora: las calles vacías.

Sin posibilidad de rebatir ni de defendernos, sin argumentos contra la amenaza más invisible que existe. No hay gritos, ni siquiera alguna dosis de indignación; solo miedo e instinto de supervivencia que se hace rara desde cada una de las casas. ¿Se puede luchar en pijama? Porque esto no solo es confusión. Esto es una guerra. La existencia se ha tornado combativa, aunque emocionalmente gastada y nosotros no nos quejamos, pero indudablemente sufrimos.

Estado de agitación que nubla cualquier expectativa de futuro. Aislados de todo y de todos. Resistencia. Insultos desde las ventanas. Alguien pasea por la calle. Está prohibido. No hay magdalenas en la despensa y hoy no las hemos encontrado en el supermercado. Ir a comprar está permitido. Ir a la farmacia también. Guarda el tique de compra.

Conformes y un poco más vacíos; no solo por lo de las magdalenas.

Clamores y aplausos. Ya son las 8. Lucha sin acción. Anochece de nuevo. Algún ladrido lejano. Nuevamente los párpados caen. Quizá todo sea un mal sueño. Y si es así, ¿qué desayunaremos mañana?

No hay comentarios: