Hoy es mi cumpleaños y por alguna extraña razón que no podría explicar he pensado en la palabra Enigma.
Un enigma es algo difícil de entender o interpretar. Todo aquello que es enigmático me resulta atractivo porque no es convencional, porque se aleja de lo normal, porque es especial y me causa extrañeza y cierta curiosidad. El enigma se relaciona claramente con el misterio y con su propia proyección en el tiempo.
Descifrar el enigma del paso del tiempo, de su avance imparable y asumir que sigo siendo yo, pero ya no soy la misma que fui. Han pasado por mi existencia cincuenta años; sucesión cronológicamente lineal que ha engullido muchas partes de mí que nunca fueron pero que podrían haber sido. Opciones, decisiones tomadas por mí misma que me han traído hasta aquí. Humanidades-Literatura-Libros-Enseñanza-RRN y mis dos hijos con él-Gente que por todos estos motivos se ha cruzado en mi vida-Deseos-Frustraciones-Logros.
Y si mis itinerarios hubieran sido distintos…
¿Cuál sería mi vida ahora?, ¿en qué trabajaría?, ¿quiénes serían mis hijos?, ¿en qué ciudad viviría?, ¿Habría viajado más?, ¿estaría más delgada?, ¿me preocuparían otras cosas?, ¿leería?, ¿escribiría?, ¿de quién me habría enamorado?
La vida es enigmática. Sí. Quizá no es tan importante lo que eres; en lo que te has convertido. Quizá el verdadero misterio reside en lo que nunca has llegado ni llegarás a ser jamás.
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