viernes, 21 de abril de 2023

23 DE JULIO. 2002


¿En qué justo momento perdemos a los que siempre fueron nuestros amigos? Hay un libro titulado justamente “Los amigos que perdí”. ¿Por qué parece inexistente la capacidad para perpetuar una amistad que siempre habíamos considerado inquebrantable? ¿Tanto cambiamos? Los códigos secretos se extinguen y la complicidad se agota y el cariño se disipa y el amor por nosotros mismos crece tanto que ya no queremos compartirlo todo. El dolor no desaparece por muchos años que transcurran, pero es curioso que no echamos de menos al amigo actual sino al amigo que fue, el que lloró con nosotros, el que jugó, el que pasó noches sin dormir estudiando y tomando café y escuchando música y haciendo planes de futuro y prestándonos su ropa y su dinero y su cama y su comida y sus libros y sus opiniones…¿Cómo es posible que en todo este proceso haya algo que se rompa para siempre, que resulte irrecuperable, que nos atormente hasta las lágrimas? ¿Por qué después de tanto tiempo, tanta decepción?

No hay comentarios: