viernes, 21 de abril de 2023

26 DE JULIO. 2002


 

Me gustaría entender que la gente envejece de forma natural y muere habiendo cumplido sus sueños. Sería mucho más fácil si pudiéramos llegar a mantener la dignidad hasta el final, pero un día la fisiología gasta una mala pasada y la locura comienza a planear sobre un cuerpo inerte, atrapado en una cama enfundada para salvar el colchón de orines y heces. Esa locura que ya no será transitoria, que llega para quedarse y augura un mal presagio.

Fallan los pies y las manos. No hay lugar para caminar ni flores que coger. Solo esperar, sin demasiadas ganas de vivir ni de morir. Esperar tal vez un sueño plácido en una noche de luna llena. Me gustaría entender la muerte y el largo caminar que supone llegar hasta ella.

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