Voy a practicar para investigar mi modo de ser. Parto de una serie de preguntas. Quizá las respuestas conformen una especie de autorretrato. Me encantan estos ejercicios de Taller de Escritura Creativa.
1. ¿Por qué me irrito?
Me irrito porque las cosas no salen como yo espero, porque la gente me decepciona, porque los colores son cada vez menos intensos. Me irrito porque no puedo detener el tiempo, porque casi todo me da miedo y porque me irrita terriblemente estar irritada.
2. ¿Por qué no puedo recordar?
Tal vez porque no quiero. Porque es tiempo pasado. Porque ya no tiene sentido. No puedo recordar porque me lo tengo prohibido, porque rechazo todo aquello que me hizo daño, porque ya no es necesario. No puedo recordar porque me costó mucho olvidar. Pagué en llanto y pagué en sombras. No puedo recordar porque hice un pacto conmigo misma: instalarme aquí y ahora. Mirar hacia adelante. Continuar. Dejar de llorar y por encima de todo sonreír.
3. ¿Por qué tengo miedo?
Tengo miedo porque el mar está lejos, porque su azul intensamente líquido se lleva consigo mi valor, mi decisión y mi arrojo. Tengo miedo de permanecer en esta tierra seca, áspera y sombría donde las palabras no tienen significado, donde es imposible escribir; donde es imposible sentir.
4. ¿Por qué vivo con prisas?
Porque me dejo llevar. Porque no puedo escapar. Porque no puedo parar el ritmo trepidante de esas fracciones de tiempo impuesto que me hacen saltar de la cama a las siete menos cuarto y pasar de hora en hora por los ejercicios de gramática, el análisis sintáctico, las traducciones de latín, la lectura comprensiva, los textos argumentativos, los mecanismos de cohesión, el Romanticismo, el Realismo, la Generación del 98… ¿Ya son las tres menos cuarto? Vuelvo a casa. ¿Dejé ayer la comida preparada? Tengo que poner una lavadora.
-¡Mamá, mañana tengo examen de Lengua!
De hoy no pasa. Tengo que corregir los exámenes de 2º de Bachillerato.
-C, ya te estás pasando. Llevamos una semana esperando la nota, eh?
La merienda para T, la cena, la cama, el sueño, la radio, las siete menos cuarto y ¿vuelta a empezar?
5. ¿Hasta dónde quiero llegar?
Quiero llegar hasta el origen de todos los misterios e inventar regiones que actualmente no contienen los mapas. Puede que allí mi voz se dirija al norte de mis silencios; entonces podré gritar la emoción de estar dentro de mí misma y quizá podré obtener la clave para diseñar siempre mis propios sueños.
6. ¿Por qué no hago algo para remediar lo que me preocupa?
Porque el viento sigue arrastrando la arena, porque el agua de los charcos siempre está sucia, porque dentro del laberinto no encuentro nunca la salida. Quizá algún día crezcan los árboles en este mar de dudas; yo creo que en ese momento podré mantener las distancias y podré aferrarme por fin a lo que verdaderamente me importa: la vida secreta de las palabras. Y no me refiero a la película de Isabel Coixet.
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