miércoles, 4 de septiembre de 2013

LAS SOMBRAS VIOLETA




Regreso de nuevo sobre esta hoguera; sin miedo a perder. Es imposible un invierno más desnudo que el que comienza a alejarse. Hoy corre un viento suave que deja rastros sobre mi piel. Creo alejarme cruzando puentes imaginarios. Mi temor se disipa ante la niebla. Y ... al final siempre queda tu nombre. Siempre escucho tu voz silabeando en mi memoria besos y desengaños. Sobre este vacío chasquean unos dedos...Conozco la sensación de quedarme aquí encerrado. Los letreros más antiguos también fueron escondidos.
Sólo las conversaciones que no han sido y los golpes que aún no he recibido y todo lo desconocido
ha logrado rozar mi alma...Y me acompaña surcando mares que fueron diseñados para mi. He invitado a las sombras violeta. Sobre el agua infinita flotan las palabras. Y flota también la brisa que se desprende de mis propios recuerdos.
Hablo solo. Espero encontrar un puerto con luces antiguas.Pero mi fuerza se debilita Estoy obligado a desencadenar nuevas tempestades...Es como si en cierto modo me gustara hundir el rostro entre las olas, como si hubiera algo dentro de mi que se negara a salir a la superficie...Y es que algo me empuja de nuevo hasta tu cuerpo.
Rasgadas las velas. Mi barco se aleja. Imposible dominar la libertad. Una ciudad cualquiera. Y restos de sueños. Y sábanas sobre maderas inmundas. Y ... de nuevo el naufragio de mi pobre corazón solitario. Residen los deseos en aquella isla desierta. Rodeadas de espuma las sirenas descansan sobre las ruinas de esta ilusión.
A lo lejos suena el silencio. Resistiré. Necesito parar de llorar. Necesito parar de temblar. Siempre este mar agitado. Necesito encender mi vida. Y construir una cabaña. Y alejarme de tus manos. Podría dedicarme a cuidar las algas...Huir de esta sensación tan primitiva. Asumo el viento y la forma exacta de mi timón...Quizá fuera de aquí me espera algún tipo de aventura.
No puedo imaginar los sueños sin estrellas.No entiendo el dolor sin preguntar por qué. No conozco otra patria que no sea mi propio pecho. Y mi espalda. Y mi voz. Y mi apariencia tan humana.
Siento como si la tierra que piso fuera fantasmal. Las siluetas que la habitan parecen frágiles
Sin coraje. Como arrastradas por una marea que siempre vuelve.Parece que esperan despacio alguna sorpresa, alguna canción, alguna fuerza que pudiera llegar a emerger de su propio interior.
Me detengo ante la inmensidad de los charcos. Y ... vuelvo a tocar fondo
Este cansancio me hace viejo. Han pasado los años. Se desdibujaron las tragedias, las distancias y las lágrimas. Ahora ; tal vez sentiría tus labios como extraños.....
Así que sigo escribiendo poemas de mar y de calles dormidas; por ellos viaja sutilmente el olvido,
los deseos que pueblan las hojas de papel, las miserias presentidas, el ruido del dolor, el despertar como mi único tesoro...
Y yo....Sometido a la transparencia de los cristales y del tiempo, a las paredes de esta casa, a las llamas de aquel fuego que no se apaga jamás.

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