Regreso
de nuevo sobre esta hoguera; sin miedo a perder. Es
imposible un invierno más desnudo que el que comienza a alejarse. Hoy
corre un viento suave que deja rastros sobre mi piel. Creo
alejarme cruzando puentes imaginarios. Mi temor
se disipa ante la niebla. Y ... al
final siempre queda tu nombre. Siempre
escucho tu voz silabeando en mi memoria besos y desengaños. Sobre
este vacío chasquean unos dedos...Conozco
la sensación de quedarme aquí encerrado. Los
letreros más antiguos también fueron escondidos.
Sólo las
conversaciones que no han sido y los
golpes que aún no he recibido y todo
lo desconocido
ha
logrado rozar mi alma...Y me
acompaña surcando mares que fueron diseñados para mi. He
invitado a las sombras violeta. Sobre el
agua infinita flotan las palabras. Y flota
también la brisa que se desprende de mis propios recuerdos.
Hablo
solo. Espero
encontrar un puerto con luces antiguas.Pero mi
fuerza se debilita Estoy
obligado a desencadenar nuevas tempestades...Es como
si en cierto modo me gustara hundir el rostro entre las olas, como si
hubiera algo dentro de mi que se negara a salir a la superficie...Y es que
algo me empuja de nuevo hasta tu cuerpo.
Rasgadas
las velas. Mi barco
se aleja. Imposible
dominar la libertad. Una
ciudad cualquiera. Y restos
de sueños. Y
sábanas sobre maderas inmundas. Y ... de
nuevo el naufragio de mi pobre corazón solitario. Residen
los deseos en aquella isla desierta. Rodeadas
de espuma las sirenas descansan sobre las ruinas de esta ilusión.
A lo
lejos suena el silencio. Resistiré. Necesito
parar de llorar. Necesito
parar de temblar. Siempre
este mar agitado. Necesito
encender mi vida. Y
construir una cabaña. Y
alejarme de tus manos. Podría
dedicarme a cuidar las algas...Huir de
esta sensación tan primitiva. Asumo el
viento y la forma exacta de mi timón...Quizá
fuera de aquí me espera algún tipo de aventura.
No puedo
imaginar los sueños sin estrellas.No
entiendo el dolor sin preguntar por qué. No
conozco otra patria que no sea mi propio pecho. Y mi
espalda. Y mi voz. Y mi
apariencia tan humana.
Siento
como si la tierra que piso fuera fantasmal. Las
siluetas que la habitan parecen frágiles
Sin
coraje. Como
arrastradas por una marea que siempre vuelve.Parece
que esperan despacio alguna sorpresa, alguna
canción, alguna
fuerza que pudiera llegar a emerger de su propio interior.
Me
detengo ante la inmensidad de los charcos. Y ...
vuelvo a tocar fondo
Este
cansancio me hace viejo. Han
pasado los años. Se
desdibujaron las tragedias, las distancias y las lágrimas. Ahora ;
tal vez sentiría tus labios como extraños.....
Así que
sigo escribiendo poemas de mar y de calles dormidas; por
ellos viaja sutilmente el olvido,
los
deseos que pueblan las hojas de papel, las
miserias presentidas, el ruido
del dolor, el
despertar como mi único tesoro...
Y yo....Sometido
a la transparencia de los cristales y del tiempo, a las
paredes de esta casa, a las
llamas de aquel fuego que no se apaga jamás.
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