Me equivoqué
Creí que los presagios dormirían
para siempre
Consideré tus ojos transitables
E inicié el viaje más difícil
Queriendo llegar hasta una
civilización desconocida
Insistiendo en la ida
Eludiendo la vuelta...
Pero estalló la tormenta
Dejé caer las sombras sobre la
alfombra
Empecé a recoger los deseos
insatisfechos
Mis cremalleras se hicieron eternas
Mi cuerpo desnudo se desdibujaba
entre los percheros vacíos
Me senté a esperar
Dejé la puerta abierta
Y continúo así
Contando relámpagos
Deshaciendo luces y ruidos
Desafiando este silencio enfurecido
Empujando con mis manos el mismo
sueño
Sonrío despacio
Y dejo que las horas se inclinen
sobre mí
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