La
incertidumbre no toca ningún ángulo del destino
Nada
importa ya
Transito,
por tanto, sueños e historias que no duelen
Me
mantengo escondido entre los ritmos de idiomas desconocidos
Por vez
primera considero el olvido
Y es que
las palabras se inquietan sobre el aire
Y las
conversaciones no sienten miedo ni vergüenza
Nada
parece adecuado a contextos lógicos
Entre el
humo se desvanece la piedad y la lujuria
Me
refugio en sótanos artificiales cubiertos por bóvedas de luz
Y acuso
los golpes de esta soledad desnuda
No
espero a nadie
Continúo
coleccionando fragmentos de nostalgia
Y sigo
guardando todos los detalles bajo letreros fluorescentes
Esta
brisa tiene que quedar recogida por escrito
Quizá se
están avivando las llamas de un amor para mañana
Pero yo
sigo cruzando el umbral de febrero
Sólo
para verte
Sigo
redactando un mundo distinto
Sólo
para ofrecértelo
El
insomnio me tararea “Noches lejanas”
Puede
que mañana despierte de nuevo
Entonces
… volveré a hablar de poesía
Y de ti.
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