En este
reino no hay aire sucio que respirar
Ni
tranvías que transportan heridas
Ni
teléfonos que nunca suenan
Las
mentiras siempre acaban rotas
Y la
nostalgia forma parte de los noticieros pasados
No
existen verdades a medias
Ni
recuerdos fantasmas
Las sirenas
podrían utilizar vestidos bonitos
La
espera dejaría de ser un puente hacia la tristeza
El
corazón sólo bombearía formas de libertad
La gente
viviría en ciudades dignas de ser noveladas
Los
huéspedes habitarían los libros de aventuras
Y cada
cual tendría un cisne en su bañera
Las
tardes podrían llegar a ser interminables…
Sobre mi
mesa se acumulan palabras
Y con
ellas trato de combatir el miedo y las dudas y el absurdo y el ahogo
Versos
que atraviesan la noche
Rozando
pasiones
Buscando
la complicidad de estas páginas
Los
rumores viajan en ascensores transparentes
Y la
caída hacia el vacío es sólo una sensación literaria y terrible.
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