Ahora la soledad del invierno se
cubre con un paraguas violeta.
Estoy cansado de acudir a las
mismas citas
Las puertas cerradas
Los jardines rojos
Las orillas estrechas
Los pulsos indefinidos
Midiendo fuerzas solitarias
Pisando sueños ficticios
Mezclando números sobre azulejos
blancos
Y cayendo todo el tiempo que falta.
Podríamos considerar los paseos
cerrados
Y los años descansando sobre sillas
viejas
Y los pasos irregulares
Desviando el rumbo de las horas
Oliendo bares definitivos
Nadie sobre las frías superficies
El mundo parece deshabitado
Y un tranvía amarillo entrando en
la ciudad definitiva
Muros con hiedra
Cruzo puentes que parecen cansados
de existir
Debajo... el agua sucia
Mezclo nata en un recipiente de
cristal
Crujir de maderas
Ropajes lentos
Nadie en las calles
Mi corazón trabaja despacio
Como si se sintiera viejo
Como si fuera un reloj a punto de detenerse
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